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  • Foto del escritorAlejandra Orozco

¿Qué rol con el pozol?

Aunque esta bebida es mundialmente conocida, solo los chiapanecos sabemos qué significado tiene el pozol en nuestras vidas, la magia de su sabor y el misticismo de esta tradición, que reúne a familiares y desconocidos a la hora de refrescarse bajo el abrasante sol que nos cubre.



Entre tabasqueños y chiapanecos siempre nos echamos la bolita de dónde se originó la bebida, misma que se prepara diferente en ambas entidades y cada una le pone lo propio, ya es cuestión de gustos cuál queda más dulce y cuál un poquito más amargo.


Aunque digan por ahí que “sabe a tortilla líquida”, lo cierto es que nuestros antepasados eran unos buenazos para las mezclas, pues del maíz lograron crear una combinación única, refrescante y nutritiva que no puede faltar en las festividades zoques o incluso en nuestro día a día.


El más famoso es el de cacao: maíz, agua, cacao y azúcar, con sus hielitos por supuesto, aunque también está el pozol blanco o el agrio, que se fermenta y cambia su sabor. A mi en lo personal me encanta el pozol de cacao, bien frío y bien dulce para que baje galán.



Pero bueno, ya que les antojé una buena jícara de pozol, les voy a contar que esta semana lo probé en una forma muy peculiar: hecho postre, una pieza de pan que engloba un sabor único, delicioso y muy chiapaneco, creado por la chef repostera Paola Moguel.


Hace tres años, Paola cursaba la universidad y empieza a implementar el pozol en una receta, por lo que quiso volver a incorporarlo en sus panes, ya que el pasado mes de noviembre tuvo mucho éxito con su pan de muerto sabor a bebidas tradicionales, y en vez de hacer los tradicionales roles de canela, les puso una mezcla de cacao.


“Tomamos los granos, las semillas de cacao, las pelamos y a la masa lo que hacemos es trituradas las semillas las ponemos con una mezcla que hacemos de mantequilla, azúcar, las semillas de cacao, enrollamos la masa y hacemos un cremoso de cacao con queso, azúcar y pasta de cacao, esa pasta es la que se le incorpora a la masa de maíz para hacer la masa del pozol de cacao".



Aunque a la gente le da miedo esta combinación, pues piensan que es mucho maíz, a quienes lo han probado les ha gustado, pues no esperaban ese sabor; se tarda dos horas en hacer un rol porque el proceso del pan es lento, son dos fermentaciones y lleva su proceso artesanal, tan rudimentario como su sabor.


Paola considera bastante importante preservar estos sabores típicos, ya que tenemos una herencia y cultura gastronómica grande y debemos aprovecharla, no solo como estamos acostumbrados, sino que es beneficioso para dar a conocer la gastronomía de nuestro estado a otras partes del mundo y que las nuevas generaciones no tengan miedo de probar.


"Creo que el maíz y el cacao son ingredientes fundamentales en nuestro país, preservar la gastronomía que tenemos es muy importante", finalizó, haciendo la invitación a sus colegas a experimentar con los sabores y seguir transmitiendo toda esa herencia a las nuevas generaciones.



Esta no es la única preparación en la cual han tratado de realzar el sabor del pozol: lo podemos encontrar en pox, en helados, en frappés o hasta en bolis, el límite es el cielo y la creatividad es la forma en que están haciendo popular a esta bebida que nunca pasa de moda.

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