Actualmente se vive en un hermoso valle rodeado por dos grandes cerros, no solo significativos hablando en términos ecológicos, si no culturales para la región; el imponente Mactumactzá y el Huitepec, la mayor parte de la ciudadanía solo reconoce el primer mencionado y otra parte ni siquiera le toma importancia. Sabemos que nuestro estado es uno de los pocos privilegiados por tener una tierra fértil, pues esto engloba que poseemos una gran diversidad de vegetación, tan solo la capital se rige por la selva baja caducifolia y la selva alta o mediana sub - caducifolia. Lugar donde se desarrolló uno de los tantos grupos étnicos que alberga Chiapas, los Zoques cuya pertenencia lingüística se ha denominado mixezoquena o lo que vendría siendo lo mismo a las lenguas emparentadas con los Mixes y Popolucas ubicados geográficamente fuera de la comarca chiapaneca (Lisbona, 2009. P. 301).
En la popularidad que ha ganado el estado se tiene una idea generalizada que toda la región es descendiente completamente Maya, la cual no es del todo cierta, lo que sucedió fue la falta de indagación a partir de la época colonial cuando estas regiones empezaron a ser exploradas y habitadas por los colonos, se marcan como pocas las diferencias observadas entre las dos culturas, pero esto ocurrió tras la descripción que hicieron los frailes cronistas de esa época por falta de un análisis histórico; esto ocasionó en algún momento una discriminación por la sociedad en darle mayor importancia a una que a la otra, a partir que el poder virreinal se empieza a establecer en las tierras altas donde se veía una mayor linaje “Maya”. Aunque también se tiene un sentimiento hacia las raíces zoques, principalmente los de Tuxtla puesto que esta etnia se ubicaba en varios municipios del noroeste del estado; “¡Este fue tu escudo Tuxtla! Naciste india y por ello los hispanos no te dieron leones rampantes ni castillos, palmeras ni coronas”, así se describe esta identidad local, se rige en el origen indígena de la ciudad, se va convirtiendo en un elemento singular y de contraste frente a la antigua capital Chiapaneca.
“Así pues, al calor de sus danzas y mequés, de sus cuentos y leyendas y de sus cotidianas ocupaciones, aquellos zoques hicieron crecer su aldea Coyatocmoc, que siempre se desarrolló humildemente y sencilla y jamás tuvo la espectacularidad de los centros ceremoniales mayas” (Lisbona, 2009. P.303)
Estos grupos llenos de gran valor histórico fueron descritos por Thomas N. como algo único en la personalidad étnica que les ha facilitado la asimilación cultural, tal vez debido a que en el pasado se les ha caracterizado universalmente por escritores españoles y mexicanos como pacientes, comunicativos, inteligentes e industrioso; aparecen en marcado contraste con las demás regiones.
Coyatoc, proviene de la lengua zoque la cual quiere decir “Lugar de abundantes conejos”, durante la expansión de las culturas del centro del actual país mexicano empezaron a explorar diferentes tierras y sometiendo a todas aquellas aldeas que encontraban, convirtiéndolos en sus tributarios; tal fue este caso aproximadamente en 1486 y 1505 cuando los Mexica invaden este valle y se dieron cuenta sobre el beneficio agrícola de los cuales se privilegiaban, al ver que ya controlaban esta localidad la renombran a “Tochtlan” que significa exactamente lo mismo pero ahora en lengua náhuatl. Durante este proceso los Mexicas les regalan una insignia de un conejo sentado en tres dientes de maíz que hasta hoy en día se conserva como escudo del municipio (Anexo 1). Durante la llegada de los Colonos al territorio se empieza a castellanizar muchos nombres como lo podemos observar al momento de pronunciar el nombre del lugar, se empieza a calificar de diferentes maneras hasta que finalmente permanece como Tuxtla.
Este municipio siempre fue paso de uso comercial, toda aquella persona que pretendiera hacer negocio fuera o dentro del estado tenía que tomar ese camino, es por eso que desde la época colonial se le denomina como “La pasadita”, otro dato curioso es el nombre en zoque del río que atraviesa la ciudad “Cuitztimpan” que se traduce como “Lugar de mucho sabino” hoy es mejor conocido como Río Sabinal.
En 1560 las ordenes mendicantes encabezadas por Fray Antonio de Pamplona, le regalan a la ciudadanía una figura del que sería el santo patrono del pueblo un San Marcos evangelista, adoptando el nombre del mismo “San Marcos Evangelista Tuchtla” y así es como se empezaban a ver los primeros cambios de la época de la colonia en este pequeño condado, cuando se principia a edificar la mancha urbana se fundan lo que son cuatro barrios muy importantes: Santo Domingo, San Miguel, San Andrés y San Jacinto, actualmente solo siguen vigentes dos de ellos que son los de Santo Domingo y San Jacinto. (Rincón, 2016).
Esta es nuestra ciudad, que ha sobrevivido a lo largo del tiempo grandes procesos los cual han marcado el devenir histórico y se identifican con la población, esto lo podemos analizar por los apodos regionales de los ciudadanos de cada municipio en este caso a toda aquella persona nacida en Tuxtla, se le llama “Conejos”.
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