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El Nuevo Vallarta

  • Foto del escritor: Selegna Ramírez
    Selegna Ramírez
  • 7 abr
  • 2 Min. de lectura
En este viaje conoceremos el Gran Vidanta de Nuevo Vallarta, ¡un destino que nunca había visitado! Los invito a acompañarme en esta aventura. Como no contamos con un vuelo directo, haremos escala en Guadalajara y nos quedaremos aquí, una ciudad que me encanta por su variada oferta de restaurantes, plazas y lugares para disfrutar. Aunque solo tendremos un día, aprovecharemos al máximo cada momento.

Comenzaremos el día con un desayuno típico: birria en “Las Nueve Esquinas”, un restaurante en el centro que destaca por su excelente servicio, deliciosa comida y la amabilidad de su personal.



Luego, visitaremos “Benetto Panadería Boutique” para degustar un croissant. Aunque ofrecen una gran variedad de panes, yo no pude resistir la tentación de probar su croissant de almendras, mi debilidad. Fue exquisito y el servicio fue de primera.


Para la cena, nos dirigiremos a “El Italiano Restaurante”, un lugar que me transporta a Italia. Empecé con un refrescante Aperol Spritz, que me hizo sentir como en otro mundo, seguido de un fettuccine con trufa, una delicia con un sabor inigualable. Y, para cerrar la velada, pedí uno de mis postres favoritos: el “Crème Brûlée”. Me encanta cómo su costra de caramelo se rompe para revelar una suave y cremosa natilla; cada cucharada es un verdadero placer.

Al atardecer, paseamos por la Plaza Guadalajara, donde pudimos admirar la imponente Catedral de la Basílica de la Asunción de María Santísima.





Finalmente, regresamos al Airbnb “Bungalows Demetria”, un lugar encantador con solo 22 suites, cada una con un diseño único de arte contemporáneo.

Cada experiencia en Guadalajara fue un deleite y una muestra de la riqueza cultural y gastronómica que ofrece la ciudad. ¡Espero que disfruten este recorrido tanto como yo!

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