Entre cenizas y esperanza: la historia del Cristo Pescador en La Concordia, Chiapas
- Noé Farrera Garzón
- 25 ago
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La Concordia, Chiapas, ha sido testigo de un episodio que marcó profundamente su historia reciente: la pérdida del Señor del Pescador, también conocido como el Cristo Pescador. Esta monumental escultura, de 33 metros de altura —en alusión a la edad de Cristo al morir—, se erguía imponente en el Cerro El Raspado, justo antes de entrar a la cabecera municipal, bendiciendo con su mano derecha y portando una túnica.
Su presencia no solo era un símbolo espiritual, sino también un referente turístico que recibía a visitantes con una vista panorámica hacia la presa La Angostura. La escultura del Cristo Pescador en La Concordia, Chiapas, fue destruida la noche del sábado 9 de septiembre de 2023, cuando un rayo la impactó directamente durante una tormenta eléctrica, provocando un incendio que la redujo a cenizas.

La obra fue creada por el escultor peruano Pedro Víctor Cuya Ramos, utilizando fibra de vidrio y resina, y tomó una década en concluirse. Su construcción tuvo un sentido profundamente simbólico: restituir la identidad de los habitantes de la Nueva Concordia, quienes fueron desplazados tras la inundación de la Antigua Concordia a causa de la presa. El terreno fue donado por Romeo Zea Arizmendi, quien cedió una hectárea para erigir lo que se convertiría en el emblema de la comunidad.
Sin embargo, el 2023 trajo una tragedia inesperada. Durante una tormenta eléctrica, un rayo impactó la escultura, provocando un incendio que la redujo a cenizas en cuestión de minutos. Los materiales que la conformaban facilitaron la propagación del fuego. La noticia causó un impacto emocional inmediato: para muchos, el Cristo Pescador representaba fe, esperanza y el reencuentro con las raíces perdidas tras el desplazamiento.
Algunos interpretaron el hecho como un mal augurio, mientras que la Parroquia del Señor de la Misericordia pidió mantener la fe y la unidad comunitaria en un comunicado.
A pesar de que la imagen no estaba completamente terminada, su tamaño y ubicación estratégica ya la habían convertido en un atractivo turístico de gran relevancia, visible desde varios puntos del municipio. Su pérdida no solo dejó un vacío físico, sino también un hueco en la identidad cultural y espiritual de La Concordia.
La comunidad mantiene viva la esperanza de que, en el futuro, se pueda reconstruir este símbolo que durante años fue motivo de orgullo y carta de presentación para propios y visitantes.




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