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De “El Aguacate” al Ángel Albino Corzo: la historia aérea de Chiapas

  • Foto del escritor: Noé Farrera Garzón
    Noé Farrera Garzón
  • hace 6 horas
  • 2 Min. de lectura

La historia de la aviación en Chiapas es también la historia del desarrollo económico, social y comercial del estado. Desde la llegada de los primeros aviones en la década de 1920, el cielo chiapaneco se convirtió en ruta de progreso para una región que durante décadas enfrentó desafíos de conectividad terrestre.


Uno de los momentos fundacionales fue el aterrizaje del piloto Pablo L. Sidar en 1924 en el campo conocido como “El Aguacate”, en Tuxtla Gutiérrez. Este hecho marcó el inicio de una era de expansión aérea que pronto daría frutos. En 1928 se inauguró el Aeropuerto Plutarco Elías Calles, y seis años después, en 1934, se abrió el aeropuerto que llevaría el nombre del propio Sidar, ambos fundamentales para el transporte de personas, mercancías y correo.

La consolidación de la aviación comercial llegó con la fundación de Servicios Aéreos de Chiapas (SACHSA), una empresa impulsada por el visionario piloto Francisco Sarabia Tinoco. Esta iniciativa permitió conectar al estado con otras regiones del país, mejorando las condiciones para el turismo, el comercio y la atención a comunidades alejadas.

Uno de los casos más destacados fue el del municipio de Yajalón, que en la década de 1930 se convirtió en un importante punto de actividad aérea. Fue en este año que aterrizó allí el primer avión, y durante la llamada “época de oro” de la aviación local, Yajalón llegó a ocupar el tercer lugar a nivel nacional en movimiento aéreo comercial.




En una época en la que las carreteras aún no existían, los aviones y avionetas funcionaban como taxis aéreos, transportando café, víveres, pasajeros e incluso automóviles, cuentan algunos historiadores y quienes vivieron el final de esta época, guardando en su memoria las imágenes de aquella histioria de comercio aéreo.

El desarrollo de la aviación también tuvo un impacto económico notable. Permitió la exportación de productos como el café y maderas preciosas hacia mercados nacionales e internacionales, además de facilitar la instalación de nuevas rutas comerciales.

El siglo XXI trajo consigo una nueva etapa en la infraestructura aérea chiapaneca. En 2006 se inauguró el Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo, con instalaciones modernas y capacidad para vuelos nacionales e internacionales. Esta terminal representa un punto clave en la estrategia de conectividad del estado.

Además, en la vasta región selvática del estado, existen actualmente más de 30 pistas de aterrizaje que siguen cumpliendo un rol crucial. Muchas de ellas han servido y continúan sirviendo como vía para llevar ayuda humanitaria, insumos, personal médico y visitantes a comunidades aisladas que no cuentan con acceso por carretera.

Así, a lo largo de un siglo, la aviación en Chiapas ha tejido una red aérea que ha conectado a las personas, ha impulsado el comercio y ha fortalecido la identidad de un estado que mira al cielo como ruta natural hacia el desarrollo.





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