Calakmul: La ciudad maya que desafió a Tikal y marcó la historia del Clásico
- Noé Farrera Garzón
- 22 abr
- 2 Min. de lectura
En la selva del estado de Campeche se alza uno de los tesoros arqueológicos más enigmáticos y poderosos del mundo maya: Calakmul. Su nombre, que en lengua maya significa “Dos Montículos Adyacentes”, hace referencia a las dos majestuosas estructuras que dominan su horizonte, testigos de un pasado glorioso que aún se revela entre piedras, raíces y estelas talladas.
Durante el periodo Clásico, Calakmul fue el epicentro del Reino de la Cabeza de Serpiente, una de las dinastías más influyentes del mundo maya. Desde ahí, esta ciudad extendió su dominio político y militar sobre decenas de ciudades aliadas, como El Perú, Dos Pilas y Naranjo.

Su historia está marcada por una rivalidad legendaria con Tikal, ciudad guatemalteca con la que mantuvo una guerra prolongada que moldeó el destino de las Tierras Bajas Mayas.
El urbanismo de Calakmul asombra por su escala y complejidad. La ciudad alberga más de seis mil estructuras identificadas, incluyendo templos, palacios, plazas y sistemas de canales. Su Plaza Central es el núcleo ceremonial, rodeado por acrópolis monumentales como la Gran Acrópolis —la más imponente—, la Acrópolis Chiik Naab —más pequeña pero no menos importante—, y la Pequeña Acrópolis, que aún aguarda a ser revelada por la arqueología.
Uno de los aspectos más valiosos de Calakmul son sus más de 100 estelas, muchas datadas desde el Preclásico Tardío (alrededor del 400 a.C.), que han permitido a los investigadores reconstruir la historia dinástica de sus gobernantes y su compleja red de alianzas y traiciones.
Las guerras con Tikal fueron decisivas. En el año 562 d.C., Calakmul logró una victoria crucial sobre su rival, lo que provocó un periodo de decadencia para Tikal conocido como el “Hiato de Tikal”. Sin embargo, la balanza se inclinó nuevamente en el año 695 d.C., cuando Jasaw Chan K’awiil I lideró la recuperación de Tikal y propinó un duro golpe a Calakmul, marcando un cambio de poder en la región.
Calakmul no solo fue una ciudad poderosa: fue un símbolo de estrategia, resistencia y esplendor cultural. Su influencia marcó la vida política de muchas otras urbes mayas, generando alianzas, traiciones y cambios que transformaron la historia mesoamericana.
Hoy, Calakmul forma parte de la Reserva de la Biósfera del mismo nombre, considerada Patrimonio Mixto de la Humanidad por la UNESCO debido a su riqueza cultural y natural. Esta región no solo preserva ruinas majestuosas, sino también una biodiversidad impresionante, lo que la convierte en un destino ideal para el turismo ecológico, arqueológico y de aventura.
Visitar Calakmul es adentrarse en un pasado profundo, donde cada piedra y cada ceiba cuentan historias de reyes, guerras, alianzas y rituales. Un viaje a este sitio es una oportunidad para conocer no solo la grandeza de una civilización, sino también para reconectar con la fuerza de la selva y sus secretos milenarios.





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