Una de las bellezas naturales más representativas de nuestro estado son las cascadas de Agua Azul, sitio que se ubica entre Ocosingo y Palenque y se caracteriza por el color tan peculiar de estos cuerpos de agua.
Cuando era niña, recuerdo haber ido con mis papás y sorprenderme con tanta agua, fan azul y turquesa, también tengo muy presente que había pozas peligrosas y por eso no nos metíamos a nadar, pero sí pasamos momentos muy agradables en familia.
Este sitio acaba de cumplir 42 años como área de protección de flora y fauna, a lo que Marlén Guzmán, técnica en acciones de conservación y vigilancia, señaló que se declara zona de protección y refugio de fauna silvestre el 29 de abril de 1980 y se recategoriza en el 2000, abarca 2 mil 500 hectáreas y 33 comunidades de Tumbalá, Chilón y Salto de Agua están dentro de la reserva.
“Es un refugio de especies en categoría de riesgo, con cascadas blanquiazules, visitada por turistas locales, nacionales e internacionales y desde hace 30 años se reconoce como centro ecoturístico, donde las etnias choles y tseltales participan en la conservación de sus recursos, ha enfrentado algunos desafíos como el ordenamiento turístico y la recuperación de áreas deforestadas”.
Por su parte, el biólogo José Gabriel Hernández Marín señaló que la reserva presenta un panorama de conservación favorable si no aumentan las fronteras agrícolas, ahí viven 10 especies en peligro como la orquídea cisne verde, la salvia lacandona -que solo se encuentra en Palenque, Agua Azul y Montes Azules-, el águila tirana, que es una de las de penacho más grandes, el mono aullador negro, el miquito dorado, que es difícil de observar; todas son especies en peligro porque sus poblaciones han disminuido, también está la bejuquilla verde, que no está en peligro pero es muy difícil de observar, afortunadamente no hay registro de desaparición o extinción de ninguna especie, en cambio ha incrementado el listado de especies presentes en la reserva.
El técnico Guillermo Sánchez Aguilar, señaló que las aves son un grupo que ayuda a la dispersión de semillas, control de insectos e invertebrados, regenera sitios de selva a través de las semillas y sirven de alimento para mamíferos, reptiles, son un indicador de salud de bosque o selva, hay aves muy sensibles a cambios en el ambiente como la agricultura, ganadería o deforestación, por ello este grupo representa una alta cantidad de especies, son 330 diferentes y algunas están en categoría de riesgo según la NOM.
“Entre ellas podemos encontrar al águila tirana, tres tucanes como el collarejo, verde y pico amarillo, así como algunas especies de loros, es un refugio importante de especies con importancia cultural para los pobladores debido a su colorido y fácil observación, que han sido fuente de inspiración para realizar actividades artesanales”, finalizó.
En este sitio se puede pasear, observar especies, nadar en algunas partes, tomar fotografías, comprar artesanías y maravillarse de toda su belleza, también hay cabañas para quedarse y se pueden contratar guías locales para hacer el recorrido.
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